Problemáticas
Desafíos SRURAL
Problemática 1: Complejidad de emular y extraer información del comportamiento humano
Las técnicas de computación inteligente que interpretan la información proveniente de sensores que recogen información sensorial (vista, oído, etc…) son cada vez más habituales y más eficaces, aunque no siempre ofrecen los resultados esperados. Más difícil resulta explorar el valor afectivo de las emociones humanas e incluso llegar a reconocer como nos sentimos.
Dotar de estas capacidades a los sistemas de tratamientos de grandes cantidad de datos, sin duda potenciaría la mejora en la toma de decisiones sobre la gestión de espacios naturales e impulsaría definitivamente la necesaria digitalización de este sector.
Problemática 2: Falta de digitalización en la gestión y explotación de los recursos forestales lo que conlleva una pobre automatización de los procesos asociados y muy escasa información de calidad
Los aprovechamientos forestales y naturales en Castilla y León, cuya planificación y gestión ya cuentan con procesos de control de sostenibilidad como la certificación forestal y la regulación de aprovechamientos, cuenta con un problema de falta de digitalización, escasa automatización y falta de información de calidad. En particular el conocimiento de los recursos existentes es impreciso y la actualización de la información en base a los aprovechamientos es lenta y sujeta a errores.
Problemática 3: Necesidad de contar con herramientas de monitorización y vigilancia de los espacios naturales que permitan responder de forma ágil y eficiente a situaciones anómalas que puedan suponer un riesgo para el patrimonio, así como fomentar un turismo sostenible en estos espacios
Es necesario contar con tecnologías de monitorización que permitan vigilar el estado del medio natural en tiempo real y detectar de forma eficiente posibles anomalías que entrañen un riesgo para el mismo (incendios, vertidos incontrolados, inundaciones, …), así como fomentar, al mismo tiempo, un turismo seguro, responsable y sostenible, en el cual se balanceen los flujos de los visitantes entre destinos en la Comunidad, favoreciendo la visita de aquellos puntos con menor densidad de turistas frente a aquéllos más saturados.